Zimapán, la ciudad mexicana del agua envenenada
Los niveles de arsénico encienden las alarmas en una pequeña comunidad minera, que aún desconoce cuáles han sido los efectos en la salud de sus habitantes.
«Este problema no es nuevo, viene de hace muchos años», cuenta Édgar Moreno, mientras levanta las manos de la mesa y las muestra. «Se ve como si tuviera una quemadura, como si tuviera una escamación y tengo manchas», explica. Moreno tiene arsenicismo desde hace 20 años, la mitad de su vida. Su hermano Francisco, también. Su madre tiene niveles altos de arsénico en el cuerpo, pero no se ha manifestado en afectaciones visibles. Todos nacieron y han pasado toda su vida en Zimapán, una pequeña comunidad minera de Hidalgo, en el centro de México. Desde principios de los noventa se han encontrado pozos con concentraciones de arsénico 100 veces mayores de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y 40 veces mayores de lo que marca la norma mexicana.
https://elpais.com/internacional/2018/01/26/mexico/1516995951_973825.html