Amigas y amigos: En cartas anteriores he explicado que la reposicion de una noria o pozo para extraer agua subterránea es debido a tres razones: 1.- Derrumbe de la perforación, 2.- Exceso de contaminación de sales dañinas a la salud humana. 3.- Agotamiento (cuando ya no es posible extraer más agua de dicha noria).
El día de hoy, El Siglo de Torreón da cuenta de que el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento de Torreón, SIMAS, inició ya un programa de clausuras de 15 pozos por razones que no se dan a conocer pero lo más probable es que se trata de las razones 2 y 3 señaladas en el párrafo anterior. A éste número de clausuras debe de agregarse las 34 que el propio SIMAS reconoce haber clausurado y repuesto hasta 2014. No tenemos información de cuantos pozos se clausuraron en el período 2014-2015. De lo que tenemos evidencia es de los 34 pozos repuestos hasta 2014 y éstos 15 cuya clausura están anunciando.
En total suman 49 pozos que se han tenido que reponer porque donde estaban extrayendo simplemente se agotó el agua o se contaminó excesivamente. No lo sabemos porque las autoridades del agua mantienen una opacidad absoluta sobre asuntos tan importantes como la desaparición paulatina pero constante del vital líquido.
Si alguien duda que los laguneros nos estamos quedando sin agua potable, definitivamente o es un malintencionado o está defendiendo intereses que van en contra de la supervivencia de la región. No es posible quedarse callado sobre lo que está sucediendo poniedo como pretexto que se están defendiendo puestos de trabajo sin tomar en cuenta que la prosperidad de unos cuantos está exponiendo seriamente el futuro de La Laguna.
Estamos a unos cuantos días de que se celebre a nivel planetario el Día Mundial del Agua, día en que se elevarán muchas voces de organizaciones ambientalistas internacionalesreclamando el derroche innecesario del agua. A nivel local también habemos vocesillas que desde hace años estamos señalando la criminal sobreexplotación de los acuíferos laguneros pero evidentemente las autoridades, que se supone están para racionalizar el uso sustentable del vital líquido, no hacen más que hacerse los disimulados y no aplican las leyes respectivas por razones políticas y económicas injustificables desde el punto de vista de los derechos humanos.
Esmuy lamentable que tan sólo por conveniencias económicas se esté jugando demasiado con el futuro de La Laguna.
Les envío un cordial saludo. Héctor Astorga