Después del congreso realizado en diciembre 2102 llamado “Ciudadanos y la sustentabilidad del agua en México” surgieron los principios básicos con los que se tendría que construir la Ley General de Aguas Ciudadana. Estos se han convertido en la espina dorsal de nuestra iniciativa y por ende en nuestra Agenda Nacional ya que solo garantizando estos puntos es que realmente lograremos cumplir con la implementación del Derecho Humano al agua y saneamiento para todas y todos en la presente y las futuras generaciones, así como una gestión sustentable y equitativa del agua como lo solicita nuestra constitución en el artículo 4to.
El cambio climático es el fenómeno ambiental que mayor relevancia ha alcanzado en los últimos años a causa de sus posibles consecuencias, muchas de ellas irreversibles. Ante este panorama,
Es importante poder contar con información accesible , ejerciendo nuestro Derecho a la Información, que nos permita conocer los escenarios actuales y futuros en las diversas regiones del país. Además de identificar las acciones que posibiliten una mejor adaptación a las nuevas condiciones asociadas al cambio climático con respecto a la gestión del agua, y una efectiva disminución de los riesgos que implican para la población.
En ese sentido es necesario tomar medidas de adaptación en todos los niveles, desde municipal hasta federal; para poder tener un mejor control, manejo y tecnología adecuada en la gestión del agua. La carencia de efectividad en materia de ordenamiento territorial es quizás, la causa principal de la vulnerabilidad de una gran parte del país. La planeación por cuenca en materia de agua deberá regir la planeación territorial. La Ley General de Aguas ciudadana propone incrementar las inversiones en el campo de investigación para generar mapas de riesgo tanto de sequías como de inundaciones, construir infraestructura de adaptación y protección, así como invertir en mantenimiento de la infraestructura hidraúlica de hoy en día.
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