ANTE LA CRISIS POR INUNDACIONES EN EL SURESTE MEXICANO externamos nuestra Solidaridad

ANTE LA CRISIS POR INUNDACIONES EN EL SURESTE MEXICANO externamos nuestra Solidaridad con los pueblos del Norte de Chiapas, Cuenca de Jovel (San Cristóbal de Las Casas) y Tabasco. Proponemos una gestión integral de cuenca para reducir vulnerabilidad social ante el riesgo de deslaves e inundaciones., así como una Acción ciudadana organizada en el diseño y control de políticas públicas para enfrentar los riesgos.
y señalamos que Frente a la crisis, es imperativo un nuevo modelo de desarrollo socio-hídrico-ambiental.

 

 

ANTE LA CRISIS POR INUNDACIONES EN EL SURESTE MEXICANO

  • Solidaridad con los pueblos del Norte de Chiapas, Cuenca de Jovel (San Cristóbal de Las Casas) y Tabasco.
  • Gestión integral de cuenca para reducir vulnerabilidad social ante el riesgo de deslaves e inundaciones.
  • Acción ciudadana organizada en el diseño y control de políticas públicas para enfrentar los riesgos.
  • Frente a la crisis, es imperativo un nuevo modelo de desarrollo socio-hídrico-ambiental.

Compartimos el dolor y el malestar de decenas de miles de familias afectadas por las inundaciones en la Zona Norte de Chiapas, el Valle de Jovel (San Cristóbal de Las Casas) y Tabasco, y nos unimos a los urgentes esfuerzos de solidaridad nacional e internacional para paliar la crisis que afecta a la población, especialmente a las comunidades zoque, tseltal, tsotsil, chol y yokot’an. Asimismo, llamamos a construir una política pública con participación ciudadana en el diseño de programas y proyectos integrales para reducir la vulnerabilidad social al permanente riesgo de deslaves e inundaciones en el territorio de las grandes cuencas Grijalva y Usumacinta.

Nos conduele la perturbación de la vida cotidiana de miles de familias chiapanecas y tabasqueñas, ya de por sí impactadas por la pandemia del COVID-19, su dolor por la pérdida de vidas, bienes patrimoniales y productivos y la incomunicación que sufren – particularmente en la Zona Norte de Chiapas – por desgajamiento de cerros, destrucción de caminos y puentes.

¡Se requiere oír la voz de los pueblos y construir alternativas que eviten desastres previsibles y prevenibles!

Sorprende que, a pesar del reciente historial regional de inundaciones catastróficas, las lluvias extremas de la temporada tomen desprevenidas a las autoridades.

Basta ya de respuestas reactivas a contingencias que por su alto impacto y recurrencia ameritan la construcción social de una política pública con programas y proyectos sustentados en la más amplia y legítima participación democrática de la ciudadanía y las comunidades.

No más planes que sólo cambian de nombre (PICI, 2003; PHIT, 2008, PROTAB, 2014) pero siguen centrados únicamente en el paradigma hidráulico de obras de control y contención de cauces, imperantes en la región desde mediados del siglo pasado y que entre inundaciones y sequías evidencian su ineficacia y carácter discriminatorio al enfocar su interés en proteger la capital tabasqueña, sacrificando a las poblaciones de su entorno y de las cuencas altas y medias.

Tabasco y Chiapas requieren con urgencia de un Programa Hídrico de nuevo tipo, centrado en potenciar la resiliencia ambiental y comunitaria para lograr la reducción progresiva de la vulnerabilidad de la población al riesgo de inundaciones.

Proponemos una gestión social del riesgo de desastre con visión integradora de las dinámicas hidrológicas de la parte alta, media y baja de las cuencas Grijalva y Usumacinta, con equidad de género y respetuosa de los derechos de los pueblos originarios sobre sus aguas y territorios, y basada en las siguientes estrategias:

 

  • Reducción de vulnerabilidades de la población al riesgo de inundaciones:
    • Física: reordenamiento ecológico territorial y urbano, no más asentamientos humanos en zonas inundables; 48 colonias de San Cristóbal de Las Casas y 112 colonias de Villahermosa están ubicadas en zonas de riesgo de inundación.
    • Económica: reducción de la pobreza por ingresos y carencias sociales.
    • Social: fortalecimiento de la cohesión ciudadana para respuestas organizadas y oportunas a los riesgos.
    • Política: participación ciudadana efectiva en la toma de decisiones desde Consejos y Comités de Cuenca democratizados y en la vigilancia de las obras y acciones gubernamentales.
  • Manejo de niveles de presas con sesiones públicas y vigilancia ciudadana: priorizar la protección civil aguas abajo, no volver a sacrificar a la población para maximizar la generación hidroeléctrica o por reconocidos “errores de cálculo”.
  • Restauración hidrológica forestal de cauces, reforestación y conservación de suelos, estrategias de retención e infiltración en cuenca alta y media con manejo de aguas de tormenta en áreas con pendientes pronunciadas.
  • Fortalecimiento de los programas de ciencia, tecnología e innovación para la gestión integrada de los recursos hídricos en las cuencas Grijalva-Usumacinta, con énfasis en la reducción a la vulnerabilidad al riesgo de desastre, el derecho humano al agua y saneamiento y el desarrollo regional sostenible.
  • Construcción de infraestructura hidráulica ambientalmente amigable y de comunicaciones necesarias para fortalecer el bienestar de la población y sus capacidades productivas, asegurando los recursos para el mantenimiento de las obras.
  • Integración de un protocolo efectivo de monitoreo, alerta temprana y con las previsiones presupuestales y logísticas suficientes para dar respuestas oportunas ante emergencias.
  • Operación efectiva de los Planes de Acción ante el Cambio Climático en Chiapas y Tabasco: expertos coinciden en que el calentamiento de aguas del Atlántico propicia la rápida intensificación de tormentas tropicales a huracanes, como fue el caso de Delta en octubre; también alertan que para el año 2050 el nivel del mar se elevará 1.5 metros frente a las costas de Tabasco e inundará unos 40 Km tierra adentro de su territorio, si las tendencias del calentamiento global no son atemperadas.
  • Incorporar en la nueva Ley General de Aguas el marco jurídico institucional para el diseño de las políticas públicas anti-inundaciones.

 

Después de la tormenta… que venga la acción ciudadana organizada y efectiva para participar en el diseño de los programas anti-indundaciones y vigilar el cumplimiento de los compromisos gubernamentales.

 

Coordinadora Nacional Agua para Todos, Agua para la Vida.

Coordinación estatal de Agua para Todos en Tabasco y Chiapas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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